Rumble Fish & Chips

¡Hello chatines! Aquí estoy con la última de agosto. Se está acabando el verano pandémico y por eso no me atrevo a decir que a partir de mañana volvemos a la normalidad… No sé vosotros, pero yo necesito que todo se parezca lo más posible a como era antes… Soy una ilusa, lo sé, si ni siquiera sé qué horarios voy a tener para trabajar, pero bueno, al final pienso que lo importante es estar bien y que los que me rodean también lo estén. Así que os lo vuelvo a decir: espero que todos estéis lo mejor posible y así pillar la cuesta abajo del puto 2020 con ganas. PUTO 2020. Hay que decirlo más.

Bueno dejo el tema este que me pongo tensa y paso a lo que incumbe a este blog, que viene siendo mayormente la alimentación.

Pues el sitio de hoy está en Gijón. Ya sabéis que yo soy de Oviedo, pero al mi Xixón no me lo toquéis. En otra vida o algo debí nacer playa, además llámome Begoña, soy del Sporting y nací en plena Semana Grande el día de San Lorenzo. A ver, que más conexiones no puedo tener. Así que, HAZME HIJA ADOPTIVA O ALGO, ANA GONZÁLEZ. Ahora que quies quitarle la calle al campechano puedes ponerme a mí: Avenida Begomix (puedes estar tranquila que yo una reina soy, pero perres en Suiza no tengo y no vas a tener que cambiar la calle otra vez).

Después de la anécdota vital paso al bar. Como veis por el título pues es un sitio de fish and chips. Imagino que todos sabréis lo que ye el fish and chips, y si no Google para averiguar cosas funciona muy bien. Luego os saldrá publicidad a tope de pescao y patatas, pero ye lo que hay. Luego tienes que escuchar por ahí que no me instalo la app Radar Covid porque me espían, pero luego acepto todo lo que me piden para usar Instagram o Facebook. Que ya les has regalado tu privacidad, alma de cántaro. Vamos, que como diría La más grande: ahora es tarde, señora.

El bar está en la calle Santa Rosa, o sea, barrio del Carmen o La Ruta. Zona chachi guay de Gijón para tomar vinos o lo que sea. A mí me encanta, dar una vueltina por allí, calles peatonales, pila bares… Y bueno, eso fue lo que hice antes: dar una vueltina, ir a la tienda del Sporting a comprar un regalo y sentarme en una terraza a tomar un par de tintos de verano con una colega, mientras esperaba a que llegaran los otros colegas con los que iba a cenar. Como veis, a tope de colegas.

No es un local muy grande, pero es muy chulo. Entrada con sillas en un lateral y mesas en el otro y un poco más grande al fondo. Fuimos con reserva y nos sentaron en la última mesa de las de la entrada. Sólo hice una foto de la pared de la entrada y de la carta, que está en la pared. Carta grande y a la vista sin tocar: punto positivo coronavírico y anti problemas de visión.

Lo de la izquierda en rojo son los fish and chips y lo de la derecha el resto de cosas de pescado que tienen en la carta. Lo del círculo un par de ensaladas y una concesión a la carne con magret y una hamburguesa. Parezme bien que lo tengan, pero yo creo que lo suyo en un sitio de fish ye comer pescao. Y eso fue lo que hicimos.

Cuando nos sentamos la camarera nos preguntó si ya habíamos estado, le dijimos que no (aunque una sí había estado) y nos recomendó varias cosas de la carta, que recuerde las navajas y los lomos de sardina. A mí la verdad me apetecía todo. Pedimos las bebidas, pensamos un poco y decidimos. Éramos 4 y pedimos, todo para compartir, navajas con salsa de miso, croquetas de chipirón, pulpo en tempura y crema de wasabi y fish and chips de langostinos.

Navajas con salsa de miso.

Las navajas son un manjar y estas estaban buenísimas. Pedimos pan para poder mojar la salsa porque yo ya estaba pasando los dedos por el plato (por el mío) para chupetear un poco. A ver, que ya sé que no se debería hacer eso, pero dejar eso en el plato sin comer, tampoco.

Croquetas de chipirón.

Buenísimas también. Viva la tinta y sus múltiples elaboraciones. Ahora que me he convertido en una fuoriclasse de las croquetas un día tengo que probar a hacer unas de esto.

Pulpo en tempura y crema de wasabi.

Igual fue lo que menos chispa nos hizo. A ver, es que el pulpo es particular y a lo mejor esta manera de comerlo no es la que mejor le va, pero estaba muy rico también, eh. Rebozado crujiente y salsa picante.

Fish and chips de langostinos.

Hice la foto un poco de forma lamentable y parece que sólo hay dos langostinos ahí. Pero no, había más por debajo. Y estaban riquísimos. Nada grasientos. Que al final no deja de ser una fritura de pescao, pero que muy bien, vamos. Y la salsa (así como agridulce un poco picante) y las patatas muy buenas también. Para comer yo toda la fuente esa. Llevadme a comer una fuente pa mí sola, porfis.

Postre. No viene en la carta, pero te lo cantan. Sólo tenían dos y pedimos los dos.

Panna cotta de chocolate blanco y Twix (sí, la chocolatina) y lemon pie.

Son un poco de juguete y un poco caros para el tamaño, pero el lemon pie estaba para ponerle un piso. El otro bien, pero no estaba tan rico.

Perres. La comida, una copa de Albariño, dos de Ribera del Duero, una cerveza sin y una caña de Lagunitas (es una Ipa y tenían varias cervezas más, pero no me acuerdo cuáles eran, perdón. La sin era Amstel), 19 euros cabeza propina incluida. Sólo protesto un poco por los postres, que eran muy pequeños. Lo demás, precio ok.

Recomendación: Id y si eso me lleváis, que quiero comer toda la carta.

By Bego.